El Ministerio de Igualdad se dispone a presentar un nuevo análisis de situación con herramientas para combatir el repunte de las agresiones a mujeres
La violencia contra las mujeres ha repuntado en España en el espacio de un mes. Doce mujeres han sido asesinadas por sus parejas actuales o anteriores desde el 17 de mayo, en comparación con ocho muertes durante los primeros cuatro meses del año. El flujo constante de casos ha llevado a las autoridades españolas, encabezadas por el Ministerio de Igualdad, a analizar la situación en busca de nuevas soluciones.
Varios especialistas habían advertido que este tipo de delitos se dispararía tras el fin del estado de alarma instaurado en marzo de 2020 para frenar la propagación del coronavirus. Si bien el estricto confinamiento domiciliario de España terminó tres meses después, las duras restricciones de movilidad permanecieron vigentes hasta el 8 de mayo de este año, lo que impidió que los ciudadanos viajaran a otras regiones, ciudades y, a veces, incluso a barrios.
Victoria Rosell, delegada del Gobierno para asuntos de violencia de género, decía recientemente en una entrevista a este periódico que “el Covid-19 es una pandemia encima de otra pandemia: la violencia de género. Cuando se levantan las restricciones, ves lo que hay debajo”.
Las denuncias presentadas por familiares de víctimas representan solo el 2% de todos los casos que llegan a los juzgados
La cifra de muertos por violencia doméstica asciende ya a 1.098, contados desde 2003. La lista incluye a adolescentes que acababan de dar a luz, como Rocío Caíz, de 17 años, que fue asesinada y descuartizada por su novio en Estepa, en la sureña provincia de Sevilla, a principios de este mes. También estuvo Lucía Dotto, directora de una cadena de hoteles de lujo, a quien su hijo encontró muerta en mayo después de que regresaba a casa de la escuela. Y María Teresa Aladro, quien el mes pasado fue asesinada a tiros por su exmarido con un rifle de caza poco después de su separación.
Miles de personas protagonizaron este viernes marchas espontáneas por toda España para protestar contra la violencia de género.
La última víctima fue Consuelo, de 81 años, quien fue atacada y asesinada a martillazos por su esposo esta semana. Nunca había presentado ninguna denuncia, como ocurre con el 80% de las víctimas. Este gran bolsillo de casos ocultos es uno de los principales problemas que las instituciones están tratando de abordar.
Hay muchas razones por las que estas mujeres no buscan ayuda en la policía o los tribunales: a veces no son conscientes del riesgo al que se enfrentan; otras veces pueden temer por su propia vida o la de sus hijos si hacen un movimiento. Es posible que carezcan de una red de apoyo a la que recurrir y, por lo tanto, no puedan abandonar sus vidas. Y también pueden desconfiar de un sistema que a menudo los vuelve a victimizar.
El Ministerio de Igualdad se ha reunido con representantes de otros ministerios, gobiernos regionales y diversas organizaciones para analizar la eficiencia de las herramientas existentes y encontrar formas de mejorarlas. Rosell tiene previsto presentar los resultados de la investigación el jueves. El miércoles hubo otra reunión para buscar “vías para reforzar los protocolos y herramientas contra la violencia de género”, según una nota de prensa del Ministerio de Igualdad.
Una de las propuestas sobre la mesa es un sistema llamado Formulario Cero, que se espera que esté listo “en las próximas semanas”, que activaría medidas de vigilancia incluso cuando la policía sea contactada por un familiar de la víctima, en lugar de por la propia mujer. En la práctica, esto sucede muy raramente, ya que los miembros de la familia no siempre pueden identificar el problema o saber cómo ayudar. Las denuncias presentadas por familiares representan el 2% de todos los casos que llegan a los tribunales. Actualmente, el protocolo policial sigue un sistema llamado VioGen, que se enfoca en hacer a las mujeres una serie de preguntas preestablecidas que también incluyen consultas específicas sobre el riesgo de sus hijos.
"Estar alerta"
Marisol Rojas, psicóloga especializada en violencia machista, dice que los amigos cercanos y familiares deben vigilar de cerca a las mujeres en riesgo. “Les insto a que se mantengan en contacto todos los días, que estén alertas a los acontecimientos, que desarrollen algún tipo de código en caso de que la mujer no pueda hablar libremente en su presencia”.
“Deben contar con el apoyo de familiares, vecinos, amigos que estén al tanto de la situación, personas que los ayuden en un momento dado y que los vigilen”, agrega Rojas. “Siempre pueden acudir a la policía, incluso si no se atreven a presentar una denuncia, pero al menos informar a alguien por lo que están pasando. El apoyo es importante, la sensación de que no están solos”.
